EUCALIPTOS, PINOS
Y BOSQUE NATIVO
Por Jorge Molina
I.
Don Fernando Raga presidente de la CORMA y don Julio Torres,
académico de la U. de CH., a raíz de los recientes incendios forestales, han
sostenido en el diario La discusión, que la calificación científica que se ha
dado al pino y eucalipto, de árboles pirogénicos y consecuencialmente,
devastadores del suelo y del medio ambiente, es inoficiosa por cuanto no hay
especies no pirogénicas. “Todas se queman” De este modo debemos aprender que forestar
con árboles nativos o con pinos o eucaliptos, es la misma cosa, ya que se
queman igual.
Con el mayor respeto, atendidos los títulos de
los articulistas, me atrevo a decir que sus afirmaciones son contrarias a la
evidencia e inaceptables para muchísimas personas, porque es un hecho cierto y probado, que el bosque
nativo, no seca ni degrada los suelos, que es amistoso de toda nuestra flora y
fauna, en contraposición a los bosques de pinos y eucaliptos, que sí, han hecho
trizas el medio ambiente, han devastado
los suelos y no permiten otras especies vegetales ni existe animal alguno que pueda
vivir en sus espacios. ¿Quién podría negar señor Director, que el ambiente seco connatural a las plantaciones
sin restricción
de pinos y eucaliptos, son el germen ideal para devastadores e incontrolables
incendios? ¿Quién no sabe que esas plantaciones secaron las aguas de las
vertientes y los esteros y que en las
zonas aledañas los pequeños agricultores ya no pueden criar animales, como
ovejas o bovinos, porque no hay donde abrevarlos? Los camiones aljibes que en
esos lugares, reparten agua para la
bebida de las personas, son hechos elocuentes de lo que estamos afirmando.
Don
Julio Torres dice que lo más preocupante es: “que se ha generado la falsa idea
de que existen árboles malos, árboles que afectan al medio ambiente. Que
destruyen la tierra” y, continúa impertérrito: “Estas son aseveraciones graves,
desplegadas por gente sin ningún conocimiento, y lo que es peor, por
profesionales de las ciencias ambientales y forestales”
Nuestra
convicción es la ya dicha en esta nota, amparada en los hechos que hemos
señalado y no puede sostenerse lo contrario, basándose en el eufemismo de decir,
que si el bosque nativo se quema igual que los pinos y eucaliptos, no hay diferencia entre ellos.
Con ese raciocinio podría afirmarse, quizás “por gente sin ningún conocimiento”
que como el trigo y la cizaña se queman igual, son la misma cosa. Yo creo que
en un porcentaje muy alto, las plantaciones de especies arbóreas exóticas, nos
han causado mucho daño y estoy convencido que haber usado para ello las tierras
agrícolas es un crimen de lesa patria. ¡Juzgue el amable lector¡
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