jueves, diciembre 26, 2013

CARTA AL DIRECTOR - CONCESIONES ELECTRICAS PERPETUAS




Artículo no aceptado por el diario La Discusión



             La entrevista hecha al señor Seremi de Energía, don Rodrigo Torres, publicada el día 15 del presente, nos lleva, una vez más, al tema de las centrales eléctricas de pasada, que son el empeño actual de los grandes empresarios,  en ríos y esteros de nuestra Provincia.
         El señor Seremi va en el camino trazado por el gobierno, de producir energías limpias, por lo que le parecen adecuadas estas mini e incluso, micro centrales de pasada, las que arguye:  tienen muy bajo impacto en su construcción y operación. Hemos disentido en toda forma y medios posibles de estas afirmaciones y lo reiteramos una vez más. Es un hecho que estas mini centrales son y serán  el aniquilamiento de  la belleza de las  hoyas hidrográficas de nuestros ríos y esteros, por el simple hecho que requieren entubar el agua para producir el máximo de energía y luego, porque se las construye en cadena, una tras otra. Para el Itata existen cuatro proyectos, con lo que se acaba el río. ¿Entonces[, en qué forma puede entenderse que no existe un impacto ambiental devastador? o ¿Cuál es la mitigación ambiental posible, para una concesión eterna?
         El señor Seremi que trasunta la entrevista, es la imagen de  un hombre joven, preparado, reposado y convencido de la bondad de su trabajo. A esa persona humana pregunto, si está de acuerdo en que las concesiones se den a perpetuidad y que las mitigaciones ambientales sean casi virtuales.
         Amable lector, quizás Ud. pueda ayudarme en esto.

Jorge Molina Inostroza
Abogado
Twitter @BelisarioArturo
Mail molinaj93@gmail.com


sábado, agosto 03, 2013

CONCESIONES ELECTRICAS ETERNAS



Este artículo no fué publicado por el diario La Discusión, por no entender la importancia de su alcance o por entenderla demasiado bien.
                
               CONCESIONES ELECTRICAS ETERNAS                

       La señora Flavia Liberona, Directora Ejecutiva de la Fundación Terram, nos hizo saber   en La Discusión  del día 27 del presente, su opinión sobre la Ley – a punto de aprobarse en el Congreso – destinada a agilizar la entrega de concesiones eléctricas. 
             Su artículo ponderado y debidamente fundamentado, indica que la actual legislación eléctrica está contenida en el DFL N° 4 que modifica  el DFL N°1 de 1982, cuando no existía discusión parlamentaria. Lamenta la autora que en lugar de haber hecho una revisión, actualización y armonización con otras normas, como la ley ambiental, el Ejecutivo haya centrado su proyecto de ley en la agilización del procedimiento de entrega de concesiones. Señala luego, varias otras ventajas que ya tienen los solicitantes, como el hecho de que las concesiones se entreguen a perpetuidad, para concluir, en que si los diputados no rechazan “algunas de las indicaciones  introducidas en el Senado, se establecerá por Ley la supremacía de las eléctricas por sobre los derechos de las personas.” 
      Mi acuerdo con la señora Flavia es absoluto. Mas, mi preocupación mayor, está en ese hecho increíble e inaceptable en ninguna forma, de que las concesiones se entreguen a perpetuidad. Por eso, yo emplazo a todos los parlamentarios y a todos los presidenciables, en especial a las señoras Bachelet y Mathei, a que se pronuncien sobre el tema y me den, si es del caso,  una sola razón que permita enajenar, del modo dicho, una parte del patrimonio nacional, como es la energía y belleza de nuestros  ríos, esteros y lagos  - que la Endesa sorberá hasta la última gota – ¿Saben estas personas en cuanto tiempo recuperan los concesionarios los costos de instalación? Los años que sean, que sabemos son muy pocos, para después la energía de nuestras corrientes de agua será suya para siempre. Si esto no es vender la patria, que alguien me ilustre sobre qué es. Pero, por sobre todo, quiero que me digan cómo puedo entender que el Ejecutivo y el Parlamento hayan podido aceptar esta iniquidad por tanto tiempo, sin entender su alcance o entendiéndolo demasiado bien.