
LA TERCERA ETAPA
Por Belisario Arturo
Master en filosofía aplicada
Estaba ansioso me dijo el Huemul por contarte la inauguración de la Tercera Etapa de la Quinta Maravilla de Chillán. Me refiero, como tu sabes, al enrocado del Estero Las Toscas. No alcanzo a decirle que ese acontecimiento aún no ha ocurrido, cuando él sigue con su relato.
_Fue un acto memorable, al que dieron realce nuestras autoridades provinciales, prensa e invitados especiales. Advertí, me asegura, la presencia de todos los señores concejales, respetables caballeros escritores y representantes del mundo artístico, jefes de servicios públicos, algún Seremi, posesionado de su importante papel y, por supuesto, nuestros parlamentarios que son los servidores públicos más abnegados. Don Ricardo Lagos, que a juicio de la Alianza Por Chile, es el más grande inaugurador de nuestra historia, se excusó de asistir, lo que causó extrañeza, atendida la trascendencia del acto.
El principal Responsable, entregó la obra a la ciudad y al mundo, empleó términos, como santuario de la naturaleza, patrimonio de la humanidad; construimos para derrotar al tiempo, dijo en su parte más inspirada. Se refirió también a los eternos detractores, negativos, ecologistas fundamentalistas, agoreros y a los irresponsables que hacían acusaciones infundadas, mancillando la honra de las personas – aquí hubo venias aprobatorias – Terminó hablando de misión cumplida y se le quebró la voz al decir que abandonaba el servicio público muy cansado, pero satisfecho de haber entregado a la sociedad lo mejor de si.
Por lo que me dices José, le digo siguiéndole la cuerda, fue un acto grandioso, solemne y de mucha emotividad.
_No exento de dificultades Belisario Arturo. Fíjate que uno de los problemas fue lo esmirriado de la corriente del estero. Tu sabes, las alcantarillas son insuficientes cuando hay sequía; también estuvo eso de las vaharadas de mal olor, que hizo que muchos miraran con enojo a sus vecinos. Pero, aparte de esos detalles, hubo cosas muy interesantes, como un señor, que asistía a la ceremonia en compañía de un jote, al que llamaba Garza y decía alimentar con “pecesillos (SIC) y crustáceos limpios” extraídos del cauce del estero, lo que parecía muy natural a todos.
El acto culminó, me aseguró el Huemul, con la visita que el Seremi de la Vivienda, autoridades e invitados hicieron a la calle Cocharcas para constatar el avance de la Planta de Revisión Técnica que se construye en el lugar. Yo no asistí me dijo el Huemul, y no se si hubo discursos. Pero, si fue un evento, la mitad del anterior, ya tiene un lugar asegurado en la historia de Chillán.
Estoy seguro que el Huemul, más temprano que tarde, me contará esa inauguración, que precederá a la de Nueva Aldea.